La promoción
de la salud es el proceso que permite a las personas incrementar el
control sobre su salud para mejorarla y que se dedica a estudiar las formas de favorecer una mejor salud en la
población. La definición dada en la histórica Carta de
Ottawa de 1986 es que la promoción de la salud "consiste en
proporcionar a la gente los medios necesarios para mejorar la salud y ejercer
un mayor control sobre la misma". Las áreas de acción que propone la Carta
de Ottawa son: construir políticas públicas saludables, crear ambientes
que favorezcan la salud, desarrollar habilidades personales, reforzar la acción comunitaria, reorientar los servicios de
salud.
La promoción de la salud se nutre de muchas disciplinas como la epidemiología, la medicina, la sociología, la psicología, la comunicación y la pedagogía. Además utiliza no sólo herramientas pedagógicas o comunicativas, sino también la abogacía y las intervenciones estructurales.
La promoción de la salud se nutre de muchas disciplinas como la epidemiología, la medicina, la sociología, la psicología, la comunicación y la pedagogía. Además utiliza no sólo herramientas pedagógicas o comunicativas, sino también la abogacía y las intervenciones estructurales.
Las conferencias internacionales sobre promoción
de la salud y sus documentos resultantes son:
- Carta de Ottawa para la promoción de la Salud, Canadá, 1986.
- Conferencia de Adelaida, sur de Australia, 1988.
- Tercera Conferencia: ambientes de apoyo para la salud - Conferencia
de Sundsvall,
Suecia, 1991.
- Declaración de Jakarta sobre la promoción de la salud en
el Siglo XXI, Indonesia, 1997.
- Asamblea Mundial de la Salud,
1998.
Principios
básicos para la promoción de la salud según la OMS
La Organización Mundial de la Salud ha elaborado
en diversas cartas sobre promoción de la salud diversos principios al respecto.
Algunos de los más importantes son:
- Asegurar que el ambiente que está más allá del control de los
individuos sea favorable a la salud.
- Combina métodos o planteamientos diversos pero complementarios,
incluyendo comunicación, educación, legislación, medidas fiscales, cambio
organizativo y desarrollo comunitario.
- Aspira a la participación efectiva de la población, favoreciendo la
autoayuda y animando a las personas a encontrar su manera de promocionar
la salud de sus comunidades.
- Aunque la promoción de la salud es básicamente una actividad del
ámbito de la salud y del ámbito social, y no un servicio médico, los
profesionales sanitarios, especialmente los de atención primaria,
desempeñan un papel importante en apoyar y facilitar la promoción de la
salud.
Áreas de
acción establecidas en la Carta de Ottawa
Construir políticas públicas saludables. La salud debe formar parte de los temas y de la agenda política. Los sectores involucrados en la generación de políticas, deben estar conscientes de las implicaciones a la salud de sus decisiones. Para ello el activismo social es crucial.
- Crear ambientes que favorezcan la salud. Los medios ambientes
físicos y sociales influyen en la salud. Pueden influir directamente -como
cuando hay químicos nocivos en el ambiente- o bien indirectamente, como
cuando promueven ciertos hábitos de alimentación. Un ejemplo es el
concepto de ambiente obesigénico.
- Reforzar la acción comunitaria. La participación
activa de la comunidad se puede dar en la definición de prioridades, de
programas de acción, la toma de decisiones y la ejecución de los programas
de promoción de la salud. Sin esta acción comunitaria, se puede caer en
programas asistencialistas, que no son promoción de la salud.
- Desarrollar habilidades personales. Mediante el aprendizaje, el
desarrollo de aptitudes y conductas en la población, también se puede
realizar promoción de la salud. Estas actividades se pueden realizar a
través de ciertos canales, como las escuelas, los lugares de trabajo y la
familia.
- Reorientar los servicios de salud. Se debe poner
énfasis en la atención médica preventiva y promotora en lugar de la
atención médica curativa. Esto se puede ver en los presupuestos, en la
distribución del personal y en otros indicadores. Es necesario que los
servicios y los sistemas de salud se reorienten hacía atención promotora
de la salud y a la atención primaria.
Declaración
de Yakarta
La Declaración de Yakarta sobre la manera de
guiar la promoción de la salud hacia el siglo XXI, 1997, confirma que estas
estrategias y áreas de acción son esenciales para todos los países. Además,
existe una evidencia clara de que:
- Los enfoques globales para el desarrollo de la salud son los más
eficaces. Los que utilizan combinaciones de estas cinco estrategias son
más eficaces que los enfoques de una sola vía.
- Los escenarios para la salud ofrecen oportunidades prácticas para
la aplicación de estrategias globales.
- La participación es esencial para sostener los esfuerzos. Las
personas tienen que ser el centro de la acción de la promoción de la salud
y de los procesos de toma de decisiones para que éstos sean eficaces.
- La alfabetización sanitaria/aprendizaje sanitario fomenta la
participación. El acceso a la educación y a la información es esencial
para conseguir una participación efectiva al igual que el empoderamiento
de las personas y las comunidades.
La Declaración de Yakarta identifica cinco
prioridades de cara a la promoción de la salud en el siglo XXI:
- Promover la responsabilidad social para la salud
- Incrementar las inversiones para el desarrollo de la salud
- Expandir la colaboración para la promoción de la salud
- Incrementar la capacidad de la comunidad y el empoderamiento
de los individuos
- Garantizar una infraestructura para la promoción de la salud